jueves, 19 de septiembre de 2013

Cultura Jama Coaque

jama-Coaque


Jama-Coaque

Vasija con figura humana Jama-Coaque (M. Am. Madrid)
La Cultura Jama-Coaque es una antigua comunidad indígena que entre los años 500 a.C. y 1531 d.C. habitó las zonas comprendidas entre el cabo de San Francisco, en Esmeraldas hasta el norte de Manabí. Se desarrolló en una zona de colinas boscosas y extensas playas que facilitaron a sus integrantes la recolección de recursos tanto de la selva como del mar. Uno de los sitios más importantes se encuentra en San Isidro, cerca de Bahía de Caráquez.
No se conoce mucho sobre la organización social de Jama-Coaque sin embargo por las pocas evidencias encontradas han llegao a una conclusión de que fue gobernada por líderes religiosos y dividida en posibles jefaturas. Basándonos en las piezas arqueológicas que se han encontrado se cree que sus asentamientos se encontraban agrupados en diferentes centros urbanos con espacios tanto para actividades públicas como habitacionales.
Sus piezas de cerámica son un invalorable documento visual que refleja claramente la vida en Jama-Coaque. Sus formas humanas, zoomorfas, mezclas del humano y animal; detalles de trajes y adornos expresiones, etc. revelan algunos aspectos de estas lejanas vidas. Muchas de estas figuras llevan atuendos muy vistosos llegando a constituir una moda aborigen espectacular por sus grandes tocados, túnicas que cubren piernas y brazos, collares, brazaletes, orejeras, además de un arte plumario muy elaborado. Trabajaron además el oro y otros metales con muy delicada y artística técnica, tal cual se puede apreciar en sus orejeras, collares, pectorales, narigueras, cascos y muñequeras. La riqueza expresiva y estética de sus representaciones en oro y cerámica ha llevado a que se afirme que Jama-Coque es una cultura indígena muy barroca, y que se la considere como un núcleo importante del arte del antiguo Ecuador.
La presencia de muchos objetos como fantásticas máscaras de arcilla con representaciones felinas y humanas, figurillas que representan a importantes personajes dentro de lo espiritual como sacerdotes, brujos y chamanes; maquetas en cerámica de posiblemente de modelos de templos, evidencia la gran importancia que tuvieron en la cultura Jama-Coaque los ritos o cultos ceremoniales, constituyendo importantes formas de mediación entre lo humano lo oculto. En la cultura Jama-Coaque se manifiestan algunas de las antiguas costumbres ceremonias de la América indígena, íntimamente ligadas a la música y danza, a las que daban un carácter más religioso o mágico que estético.
Algunas figurillas Jama-Coaque de músicos y danzantes, por sus bellos pendientes y compleja vestimenta sugieren esta importancia ceremonial.
Fue justamente un poblado en el sector de Jama, el primer asentamiento urbano que el piloto Bartolomé Ruiz divisó en 1526, cuando por primera vez llegó a estas regiones.
No podemos olvidar que Jama-Coaque ha sido reconocida a nivel mundial por los hermosos sellos planos, curvos y cilíndricos que fabricaron. Se encuentra ubicada en la Mitad de Tierra Latitud 000 Manabí Ecuador.
Video De la Cultura Jama Coaque

Cultura Tolita

La Tolita-Tumaco

Los pueblos La Tolita vivieron entre el 350 ANE. y el 350 NE., en la Costa norte del Ecuador a lo largo de la provincia de Esmeraldas y se extendieron hacia la región de Tumaco en el departamento de Nariño, en Colombia.
Esta región se caracteriza por ser boscosa, húmeda, por la presencia del manglar, las lluvias abundantes a lo largo del año y una gran variedad de flora y fauna. La atraviesan anchos ríos navegables y numerosas islas en las zonas de desembocadura. Precisamente, en la del río Santiago, se encuentra la isla de La Tolita, cuyo nombre proviene de las tolas allí presentes.
En el pasado, sobre sus cimas se construyeron templos de forma rectangular con techos inclinados y accesos con gradas que fueron usados tanto para el enterramiento como para la vivienda de personajes importantes. En las tumbas, los muertos, extendidos o de costado, llevaban como ajuar gran cantidad de objetos de metal y utilitarios.
Su economía giró en torno al cultivo, en campos elevados, de maíz, calabaza, ají, fréjol y yuca, pero también a la caza de sainos, jaguares, venados, armadillos y zarigüeyas y a la recolección de caracoles, tortugas, iguanas, peces y concha en el manglar.
La cerámica de La Tolita se caracterizó por el uso de una arcilla grisácea y arenosa en la elaboración de cántaros, jarros, vasos trípodes, sahumadores y ralladores de yuca.
Las figuras humanas se destacan por mostrar de forma realista diversas etapas de la vida, actividades cotidianas, figuras de sacerdotes, personajes de la élite y chamanes.
Los orfebres de La Tolita trabajaron el oro, la plata, el cobre y el platino para la elaboración de máscaras, brazaletes, anillos, colgantes, apliques para los labios, narigueras, diademas, alfileres y figuras en forma de jaguar o serpiente.
La isla la Tolita fue considerada como un gran centro ceremonial y el núcleo privilegiado para intercambios con grupos no sólo de la Sierra, sino también de las selvas trasandinas de donde obtenían la obsidiana, el cuarzo, la jadeíta y la esmeralda: piedras de un alto valor simbólico, empleadas en ceremonias y ritos chamánicos.
A juzgar por las representaciones en cerámica y orfebrería, la gente adoraba seres míticos, mitad humano y mitad caimán, jaguar o serpiente, considerados como deidades y espíritus protectores.
 Video de la Cultura Tolita

Cultura Chorrera

Cultura chorrera

Cultura Chorrera

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Su datación es de 1500 a C al 500 a C. y ocupó las provincias del Guayas, Los Rios, Manabí y Esmeraldas, y logró además, una gran expansión cultural prácticamente en todo el territorio ecuatoriano, por lo que se la considera un pilar fundamental en la creación de nuestro sentido de nacionalidad.
Por su riquísima expresión artística representada especialmente en su cerámica, se puede afirmar que Chorrera llega a constituir lo más sobresaliente de la estética y el arte en el periodo Formativo.
Su núcleo original geográfico se ubica en la actual provincia de Los Rios, en el sitio La Chorrera, en la ribera oriental del río Babahoyo, lugar en el que, en el año de 1954, Estrada, Evans y Meggers, con la valiosa información proporcionada por Francisco Huerta Rendón, realizaron los primeros estudios sistemáticos y en sus informes dieron a conocer la gran importancia arqueológica del descubrimiento.
Se considera que el arte de Chorrera tuvo una gran difusión e influencia en otras regiones del Nuevo Mundo. Su alto desarrollo estético y técnico era, sin lugar a dudas, el resultado de la gran tradición de la cerámica de las culturas que la antecedieron, es decir cultura Valdivia, cultura Machalilla y en los altos Andes, Cerro Narrío. Dos mil años de tradición artística que darán como resultado, en Chorrera, logros espectaculares en el diseño, decoración y tratamiento de formas y superficies en recipientes y figurillas desarrolados por los alfareros chorrenses.
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Sorprende la riquísima representación en recipientes cerámicos de las formas diversas de su entorno natural como frutos, animales, aves, que actualmente constituyen un verdadero catálogo visual de la riqueza ecológica de ese antiquísimo paisaje. La vida cotidiana de los chorreranos también ha sido retratada en la cerámica: sacerdotes, músicos, remeros, danzantes, acróbatas han sido capturados y casi "fotografiados" en la ductilidad de la arcilla.
La cultura Chorrera también se destaca por el excelente manejo de la lítica, material con el que confeccionaron collares de cristal de roca compuestos por piezas perfectamente talladas y pulidas, trabajo en el que se debió haber utilizado una avanzada tecnología, si consideramos que el cristal de roca tiene una dureza similar al del diamante.
También emplearon otros minerales como el lapislázuli y la obsidiana o vidrio volcánico. Estos tres materiales no se encuentran en forma natural en las, zonas ocupadas por Chorrera, por los que se deduce que para proveerse de esos minerales los chorreranos tuvieron que practicar un comercio a gran distancia, posiblemente con zonas de la Sierra central y norte para la provisión de la obsidiana, y con el Perú y Chile para obtener el lapislázuli.
El tratamiento y pulido de las superficies en la cerámica de la cultura Chorrera llega a un nivel de alta perfección. Una técnica que sorprende por su delicadeza estética y lo fascinante de los efectos visuales, es el tratamiento iridiscente que constituye la aplicación de un color brillante que al contacto con el agua, como en un proceso mágico, destaca los diseños estilizados trabajados en la superficie.
En el finísimo acabado de las superficies cerámicas se ha empleado por lo general el engobe rojo, crema y los negros brillantes conseguidos con fuego reducido.
Las famosas botellas silvato desarrollada en Chorrera, constituyen verdaderos registros sonoros de la exuberante y multicolor ornitología de la zona tropical. El aire atrapado en el interior de la botella, era presionado al introducir agua y pasaba por la cámara de un sílbalo construído estratégicamente en la parte superior del cuerpo del recipiente.
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Por medio de algunas piezas cerámicas en las que se representan casas, se puede tener una aproximación del tipo de arquitectura en Chorrera que estaba constituida por plantas redondas y rectangulares con paredes verticales y con techos a dos aguas.
La representación humana se encuentra presente en algunas figurillas, las cuales llegan hasta los 40 cm de alto, trabajadas mediante la uníon de dos mitades en las que generalmente la frontal era realizada en un molde. Sus cabezas grandes presentan un gorro en forma de casco. El rostro tiene ojos prominentes y rasgados.


Video de la cultura Chorrera



Cultura valdivia



Cultura Valdivia

Historia

El desarrollo de la cultura valdiviana dio paso en la misma región a la cultura Machalilla y muchos de sus elementos culturales, como la cerámica, se difundirían rápidamente hacia las áreas vecinas. La gente de esta cultura fueron ceramistas que fabricaron figurillas femeninas, las más antiguas de piedra y luego de barro, a veces sencillas y otras más elaboradas,eran objetos relacionados con la fertilidad y la salud.

Religión

No se sabe con certeza a qué dioses les rendían culto, pero si se sabe que las mujeres eran las que mandaban en la organización política y religiosa de la Cultura Valdivia, esto a su vez explica porque la mayoría de su arte en cerámica se basaba en formas femeninas y que estuviesen tan relacionadas con la fertilidad, también justifica que su organización social se halla basado en una sociedad matrilineal que se basa en el predominio de la línea materna. La jerarquía era definida por el lado materno. La prueba más contundente que se tiene sobre la adoración a las mujeres por parte del pueblo, en un entierro encontrado en Real Alto, (yacimiento arqueológico donde predomina la Cultura Valdivia) observamos que la mujer que fue sepultada ha recibido una atención muy especial; primeramente su tumba fue cubierta por piedras de moler, segundo, a sus pies se encuentran los restos de un hombre que fue descuartizado lo que sugiere que tal vez él fue parte de un sacrificio en honor a la mujer, que pudo haber sido la matriarca (Líder del Grupo) pues ella era la que más jerarquía tenía dentro de esa sociedad, además de esto hay evidencia de siete entierros secundarios en la misma tumba. Según estos hallazgos se ha llegado a la conclusión de que la cultura valdiviana se basaba en la adoración a la mujer transformándola en su diosa principal y por ende se estaban transformando en una sociedad no igualitaria.

 

Video de la Cultura Valdivia 


 

Portada


   Uni dad Educativa
     Miguel Angel Samaniego 


Tercero de Bachillerat
Contabilidad y Administracion






Computacion

Autores             :          Ricardo Capuz

Docente            :

Periodo lectivo  :            2013